¿Alguna vez has ido a un supermercado y has oído el pitido que se escucha cuando la comida pasa por una máquina? ¡Podrías decir que el dispositivo es un detector de metales! Su función es examinar nuestra comida y asegurarse de que no haya restos de metal en ella. Esto es extremadamente importante, ya que el metal puede ser perjudicial para los seres humanos si lo ingerimos sin saberlo. Puede ser doloroso y puede hacernos enfermar. Pero, ¿alguna vez has oído hablar de una controladora de peso? Otra máquina es una controladora de peso que pesa la comida para verificar si tiene la cantidad adecuada. Ahora, piensa: ¡si estas dos máquinas pudieran combinar sus fuerzas! Y eso es literalmente lo que COSO ha hecho con su detector de metales y controladora de peso.
La presencia de metales en nuestros alimentos es extremadamente peligrosa. Los alimentos que comemos pueden contener metales que pueden ser dañinos cuando entran en nuestro cuerpo. Las empresas de alimentos utilizan detectores de metales para asegurarse de que sus alimentos estén libres de cualquier trozo de metal que se encuentre comúnmente en el medio ambiente, y este es el caso de una gama específica de alimentos, en los que un poco de metal puede causar daño a los consumidores. El detector de metales no es infalible; podría suceder que una pieza metálica muy pequeña pasara por el detector de metales sin ser detectada. ¡Entra en escena la controladora de peso para salvar el día! La controladora de peso verifica los alimentos para asegurarse de que tengan el peso correcto y también puede localizar metales sueltos que el detector de metales puede haber pasado por alto. Los fabricantes de alimentos con esta maquinaria de escaneo y pesaje de metales pueden garantizar que los productos que ponen a la venta para el consumo sean seguros para todos, además de precisos en la medida.
En las fábricas de alimentos, el tiempo es esencial para que todo funcione. Una gran ventaja del detector de metales y la controladora de peso integrados es que estos tipos de dispositivos ahorran mucho tiempo, ya que pueden detectar metales y pesar los alimentos al mismo tiempo. Esto también significa que las organizaciones solo necesitan una única máquina para realizar estas tareas, en lugar de dos. Esto no solo ahorra tiempo, sino que también ayuda a crear más espacio aprovechando el espacio del piso en la línea de producción, lo que es increíblemente ventajoso en una fábrica con mucho trabajo. El COSO combinado tiene algo llamado sistema de rechazo. El sistema luego elimina automáticamente todos los alimentos que contienen metal o tienen un peso perjudicial. De esta manera, las empresas evitarían que sus productos sufran cualquier tipo de molestia y desperdiciarían dinero involuntariamente en retiradas o devoluciones de productos defectuosos.
Toda empresa alimentaria debe considerar la seguridad alimentaria como una prioridad absoluta. Deben estar seguros de que los alimentos que fabrican son seguros para el consumo humano. El detector de metales y controlador de peso combinados COSO no solo sirve para detectar metales, sino también otras partículas de cuerpos extraños, como pequeñas piedras o partículas de vidrio. Esta función esencial facilita la seguridad alimentaria para todos. Pesar los alimentos con precisión también es muy esencial junto con la seguridad. La integración del detector de metales y la controladora de peso garantiza que los alimentos no tengan sobrepeso ni peso insuficiente. Un peso incorrecto de los alimentos puede cambiar la calidad del producto y la satisfacción del cliente al comprarlo.
Indianápolis, IN — La controladora de peso con detector de metales combinado COSO hace que la producción de alimentos sea mucho más sencilla. La gran ventaja de esta máquina es que controla la presencia de metales y pesa los alimentos al mismo tiempo, lo que ahorra tiempo y simplifica todo. La producción es más rápida y requiere menos porque no se necesitan dos máquinas distintas. El sistema de rechazo es fantástico, ya que elimina de la producción los productos contaminados o incorrectos de inmediato. Esto ayuda a que su línea de producción funcione de manera eficiente y sin demoras. Además, mediante la instalación automática de engranajes en la máquina COSO, se minimiza el área de interceptación humana, lo que permite una mayor consistencia y productividad, así como la comodidad del proceso.
Para cualquier empresa alimentaria que quiera que sus productos sean seguros y de alta calidad, invertir en un COSO control de peso es una elección inteligente. Esta máquina garantiza la seguridad de los alimentos, el pesaje correcto y automatiza las dos máquinas. Otro beneficio adicional del sistema de rechazo es que, incluso si el producto no ha pasado la etapa de control de calidad, se evita que el producto final llegue a los consumidores y se protegen sus intereses al enviar los productos contaminados o incorrectos a la etapa de producción. El detector de metales y controlador de peso integrados COSO facilita y mejora el trabajo de las empresas alimentarias al eliminar el tiempo perdido durante las líneas de producción, ofrecer una integración fluida y mejorar la eficiencia.